~ música ~

Cap 6: Un pequeño misterio revelado

El día siguiente, fue uno de esos. Uno de esos días en que todo sale mal, en que te tropiezas con todo el mundo, cuando estas en medio de mucha gente y justo cuando dices algo totalmente estúpido y sin sentido, todos se quedan callados, uno de esos días en que no es bueno investigar…

Me encontré con Ale antes de que comenzaran las clases, ella estaba un poco enferma y al parecer tenía fiebre. Le dije que sería mejor que se fuera a su casa pero no me quiso hacer caso.

- Gracias por tu preocupación pero en serio estoy bien, sólo es un resfrío, pronto se me pasará.

- Pero Ale, piensa que si te cuidas hoy quizás estés bien para mañana. Pero si te enfrías ahora, ese resfrío se puede agravar.

- Suenas como mi mamá. En serio, relájate, estoy segura de que no es nada.

- Pero Ale…

- ¡Mira la hora que es! Entremos ahora mismo al salón o la señora Hartny nos va a retar.

- Tienes una capacidad increíble para alejar la atención de ti cuando te conviene.

- Gracias, es un talento natural.

Abracé a mi amiga y entramos en el salón. La profesora ya había llegado y estaba con un papel en las manos. Levaba el pelo recogido, como siempre, y su ropa era común y corriente, como siempre, pero llevaba un pequeño prendedor verde con forma de ¿hada?, no, tenía muchas fantasías en mi cabeza, el prendedor tenía forma de libélula, no de hada, ¿en qué estaba pensando?

- Entren rápido señoritas que tengo que darles una noticia.

La profesora estaba de un humor muy bueno, demasiado para mi gusto.

- Para el día de hoy tengo algo preparado, no les voy a hacer clases – se escuchó un murmullo general y vi que mis compañeros estaban muy felices – pero, eso no quiere decir que van a quedar libres – todo estuvo en silencio una vez más.

- ¿Va a venir alguien más a hacernos clases? – preguntó Benjamín.

- No señor Oteiza, hoy van a hacer un trabajo en parejas.

¡Qué bien! Si era en parejas iba a hacerlo con Ale y así tendríamos tiempo para conversar y relajarnos un poco.

- Aquí tengo la lista con las parejas para el trabajo – de pronto mi felicidad se fue al suelo, ¿por qué tenía que obligarme a trabajar con alguien que no quería? Empezaba a pensar que mi día no sería tan perfecto como había imaginado.

- Alexandra Areen trabajará con Cristopher Dinamarca. Soledad Bizoa con Cristina Guerra. Francisco Carrasco con Patricia Rojas … - con cada nombre que decía, más aumentaba mi ansiedad. ¡No quería que me tocara con Jorge! No tenía nada en su contra pero a veces era un poco notorio que estaba interesado en mí y no me agradaba cuando alejaba a todo el mundo, yo no le pertenecía a nadie, menos a él así que no tenía derecho a hacer ese tipo de cosas.

- Jorge Guerrero con … - que no sea yo, que no sea yo, por favor, que no sea yo – Benjamín Oteiza. – respiré tranquila, no importaba con quien me tocara ahora, todo iba a estar bien. Sólo era un trabajo de Biología, ¿qué podía andar mal con eso?

- Lucas Gilleman con Trinidad Cruz, …

Me quedé en blanco, ni por un segundo pensé en Lucas, ¿cómo podía olvidarme de él? Lo busqué con la mirada, cuando lo encontré, me estaba observando. En cuanto nuestros ojos hicieron contacto se rió discretamente. Esto era divertido para él pero para mí sería poner a prueba mi autocontrol. A veces ese chico causaba estragos.

Cuando la profesora terminó de nombrar las parejas nos dijo el tema del trabajo, tendríamos que hacer un simple informe acerca de nuestro animal favorito y de las cadenas tróficas en las que estaba inserto… si bien, el tema era “biológico”, no tenía nada que ver dentro de la unidad que estábamos viendo, y eso era algo que la señora Hartny no haría al azar… algo extraño había en todo esto.

- Tranquila Trini, no empieces con la paranoia – mi voz interior intentó calmarme pero la verdad es que no lo logró mucho.

Me dirigí hacia donde estaba Lucas, él ya estaba de pie, listo para salir del salón.

- Emmm, hola Lucas

- Hola Trinidad – estaba de buen humor así que eso significaba que posiblemente no pelearíamos, quizás sólo sería un trabajo.

- ¿Te parece si vamos a la biblioteca?

- Claro bella durmiente.

- ¡Ey! Ya no he vuelto a llegar atrasada a clases…

- Lo se, lo se… es que me gusta decirte así… ¡bella durmiente!

Nos encaminamos hacia la biblioteca y Lucas pidió una de las pequeñas salas que habían para estudio personal, sin duda este sería un trabajo singular… y no precisamente por el tema a tratar.

- Bueno, empecemos a trabajar. Trini, ¿cuál es tu animal favorito?

- ¿Y por qué tiene que ser el mío y no el tuyo?

- Nunca dije que no íbamos a hacer con tu animal favorito, aunque pensaba decirlo… lo que pasa es que mi animal favorito es la salamandra.

- “Salamandra”

- Si, por eso pensé que sería mejor el tuyo… al mío nadie lo conoce.

- La verdad es que tienes gustos bastante extraños.

- Si, lo sé, debe ser por eso que me agradas.

- Qué gracioso Lucas.

- Jaja, ya, dime cuál es tu animal favorito.

- Pero su majestad Gilleman, estoy segura que usted podría adivinarlo sin siquiera hacer un gran esfuerzo.

- Qué graciosa Trini…

- Está bien, te lo voy a decir. Me encantan los gatos.

- Interesante.

- ¿Qué tiene de interesante?

- Bueno, que si le haces la misma pregunta a muchas personas, la mayoría va a decir que le gustan los perros.

- Los perros también son lindos, pero prefiero mil veces a un gato. Son más independientes, inteligentes, ágiles… bueno, simplemente me encantan.

- Y… ¿tienes alguno?

- No, hace tiempo que no hay animales en casa. Hace 4 años tenía un gato café, se llamaba Romano.

- Algo me dice que la historia no termina bien.

- No te equivocas, un día apareció en el patio… - recordar esa imagen aún me dolía, desde que tenía memoria que Romano había estado en casa y pensar en cuando lo había encontrado… todavía me dolía a pesar de los años – estaba envenenado.

- Que pena Trini, de verdad.

- Si, es una pena. Romano era un gato maravilloso.

- Detesto a las personas que matan animales sólo por placer.

- Creo que coincidimos en eso – miré a Lucas y en sus ojos vi rabia, seguramente algo le había pasado alguna vez, relacionado con una mascota…

- Bueno, será mejor que empecemos con el trabajo o se nos va a pasar la hora y tenemos que entregarlo antes de que la profesora de vaya de la universidad.

- Si, tienes razón Trini, empecemos.

Pensé que el hecho de trabajar con el chico de los ojos pardos iba a ocasionar que estuviera distraída, pero no fue así. Debe haber sido el tema del trabajo, la verdad es que los animales me apasionaban, y me siguen apasionando. Cuando pequeña pensaba que en otra vida había sido un animal, siempre me imaginé como un panda.

Cuando faltaba poco para que termináramos, decidí preguntarle por los mensajes en mi celular, tenía que aprovechar su buen humor.

- Lucas, hay algo que quiero preguntarte.

- ¿Qué cosa?

- Es que, cuando llevábamos pocos días de clases recibí unos mensajes en mi celular.

Lucas me miró con una cara inexpresiva, como si intentara esconder algo… quizás él si tenía algo que ver con los mensajes.

- Y como llamaste a mi casa sin que yo te hubiera dado mi número telefónico, bueno… - esto estaba resultando un poco vergonzoso – quería saber si tenías algo que ver con eso.

Lucas no dijo nada, era como si yo nunca le hubiese hecho una pregunta. Me miró unos segundo y luego bajó la vista y siguió escribiendo. Simplemente no me tomó en cuenta. ¿por qué tenía que ser tan cambiante? Pensé que quizás nunca podríamos tener una amistad normal.

- Ya, terminé al trabajo. Ahora sólo hay que entregarlo – me miró profundamente y yo me dejé perder en esos ojos que tanto me gustaban. – toma, entrégalo tu, yo tengo que irme.

Salió de la sala sin que tuviera tiempo de decirle algo… pero no pasaron 10 segundos y estaba de vuelta. Se acercó a mi oído y susurró.

- Disculpa si te incomoda mi forma de ser, sólo quiero que estés bien y no vale la pena que te sientas triste por ese chico que no te supo valorar.

En cuanto dijo esto, volvió a salir de la sala, pero esta vez no regresó. Tomé el trabajo que Lucas había dejado en la mesa y me dirigí al escritorio de la profesora Hartny.

Me costó asimilar lo que había ocurrido en la biblioteca, incluso cuando llegué a mi casa, 2 horas después de lo sucedido, todavía no entendía nada. Lucas era el chico misterioso de los mensajes, eso significaba que se preocupaba por mí. Pero también me hacía tener más dudas, ¿cómo sabía lo que había pasado con Gabriel si yo nunca lo había mencionado en su presencia? Es más, nunca había hablado de él en la universidad, ni siquiera a Ale le había hablado de Gabriel.

Mientras más pensaba en el asunto, más me asustaba. Por un lado, Lucas era un chico genial, era inteligente, bien parecido y simpático cuando quería, pero por otro lado, también era extraño y tenía un montón de secretos que yo quería descubrir. Lo que no sabía hasta ese momento era si las respuestas que quería me servirían de algo o sólo me meterían en problemas.

Estos sucesos me hacían volverme loca, sentía que estaba colgando de una balanza entre lo bueno y lo malo de Lucas. Mi hermana me había dicho que él iba a ser importante en mi vida pero el misterio alrededor de Lucas era tan grande que ensombrecía muchas partes de él. No sabía realmente si quería saber más o simplemente alejarme de él, quizás si no le hablara nunca más las cosas serían más sencillas pero ¡anda! ¿cuándo habían sido sencillas las cosas para mí?



3 Comments:

  1. Maysu said...
    uff, prácticamente se puede decir que ya confesó que fue él quien le envió los mensajes... wowwwwwww

    Es tan adorable...pero pq le gusta jugar a ser tan misterioso con ella? qué es lo que esconde? pq no continuó con la conversación inconclusa que tenía justo antes que Jorge los interrumpiera??

    ufffffff muchas interrogantes......

    Maysu
    ** said...
    Debo decir que me encanta!! La historia es intrigante :)
    ** said...
    PS. Amo a Lucas :)

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