~ música ~

Cap 21: ¿Volver o no volver?

Al terminar el examen de la profesora Hartny me acerqué a Benjamín para saber cómo se encontraba y si sabía algo de Ale pero no tenía novedades más recientes de las que yo ya sabía, pero aprovechó para preguntarme por Lucas.

- Es muy extraño que no haya venido al examen – dijo con tono de curiosidad.

- Si, no se por que no habrá venido.

- ¿Cómo? ¿Es que acaso ya no sales con él?

- No salimos juntos, siempre dije que éramos compañeros.

- Trinidad, los dos sabemos que eso no es cierto – hizo rodar los ojos.

- Lo digo en serio, somos compañeros y nos llevábamos bastante bien, pero nada más de lo que somos tú y yo.

- Como digas, pero sigo pensando que ustedes tenía algo.

Al llegar a casa analicé las palabras de Benjamín, ¿sería posible que fuera tan evidente la química que había entre Lucas y yo? Quizás le estaba dando mucha importancia al asunto, probablemente Benjamín pensaba eso porque compartíamos mucho tiempo juntos, pero la mayoría del tiempo estábamos los cuatro, estudiábamos juntos, comíamos juntos, éramos un grupo genial cuando estábamos todos. Pero ahora Ale estaba en la clínica y Lucas estaba desaparecido. Fuese como fuese, no debía pensar más en eso.

Esa noche, cuando cenaba con mi familia mientras veíamos el noticiario, Julieta comentó algo que me pareció interesante.

- Una compañera me dijo que en unos días habrá una lluvia de estrellas.

- Qué cosa más bella – dijo mi madre.

- ¿Y sabes cuándo es? – quise saber.

- No estoy segura del día pero creo, espera… ahí están diciendo algo – dijo apuntando hacia el televisor.

“… será visible a las once de la noche con veintiocho minutos y tendrá una duración de cuatro minutos así que quienes quieran apreciar este fabuloso espectáculo de la naturaleza, deben estar muy atentos al cielo la noche del viernes 7 de julio…”

- ¡Qué bien que es ese día! Es justo después de que terminen mis exámenes así que podré verlo sin remordimientos – una lluvia de estrellas era un panorama espectacular para el inicio de las vacaciones de invierno.

- Yo pienso ir al parque a verlos junto a Carlos, ¿puedo ir papá?

- Claro hija, pero quiero que vuelvas temprano.

- Gracias – dijo Julieta con una sonrisa radiante.

Como no tenía examen al día siguiente, pensé que sería una buena idea si me relajaba un poco así que tomé un baño caliente y después escuché un poco de música antes de empezar a estudiar. El día martes no tuvo nada de novedoso así que seguí sumergida entre libros, tratando de memorizar cada pequeño detalle y tratando de no dejar ningún cabo suelto.

El miércoles tenía examen de Cálculo así que desperté temprano para no retrasarme, ya que llegar tarde probablemente sería fatal para mis calificaciones. Tan preocupada estaba de llegar a la hora que no sólo llegué a tiempo sino que estaba en la facultad unos veinte minutos antes de lo que correspondía.

Me instalé en una banca cercana a mi salón y esperé tranquilamente a que pasaran los minutos, pero sucedió algo que terminó drásticamente con mi calma. Lucas apareció frente a mí.

Mi corazón se detuvo, sólo para volver a latir aceleradamente un segundo después de verlo. Pero Lucas ni siquiera me miró, pasó delante de mí como si nada, simplemente me ignoró. Me dolió su indiferencia, pero lo que dejó un vacío en mi pecho fue lo feliz que se veía en mi ausencia, era como si hubiese olvidado todos los momentos que habíamos compartido. Se movía naturalmente y conversaba con chicos a quienes con suerte alguna vez había saludado. Con un gran esfuerzo, me obligué a no pensar en él.

Faltaban sólo cinco minutos para el examen cuando entré al salón y me senté cerca de Benjamín, junto a la ventana. Comentamos algunas cosas acerca de fórmulas y técnicas para llegar rápidamente a los resultados hasta que el profesor pidió silencio y comenzó a entregar las pruebas.

Me costó concentrarme en los números, sobre todo porque Lucas no estaba en un lugar visible así que no podía saber si me miraba o estaba completamente interesado en su examen. Traté de enfocarme sólo en las hojas que estaban frente a mí y luego de algunos minutos lo logré.

Cuando el profesor avisó que el tiempo había finalizado, entregué el examen, me despedí de Benjamín y rápidamente salí del salón para no verme obligaba a encontrarme con Lucas pero en el camino me alcanzó Jorge. Mientras hablaba con él, vi como Lucas pasaba por nuestro lado y se dirigía a su motocicleta. Apenas unos segundos después escuché un estruendo y sentí un ligero alivio, por lo menos no tendría que ver como el chico de los ojos pardos era feliz, sin mí.

Al llegar a mi casa, me odié por sentir lo que sentía. Yo era la de la idea de que nos alejáramos, no tenía derecho a sentirme triste porque Lucas no se fijara en mí, a fin de cuentas, yo lo había dejado solo poco después de su desmayo. Tenía que ser fuerte y aceptar las consecuencias de mi decisión.

Al día siguiente tenía dos exámenes, uno en la mañana y otro después de almuerzo así que decidí que lo mejor era que me quedara en la universidad hasta la tarde. El ambiente era de gran tensión, varios compañeros necesitaban una muy buena calificación para poder pasar al siguiente semestre, otros se conformaba con la nota mínima. Yo no necesitaba una nota espectacular pero quería lograr un buen promedio final así que de todas formas me había desvelado las últimas noches para alcanzar a estudiar lo más posible.

Divisé a Lucas en el examen de la mañana pero apenas nos dejaron salir, desapareció. No hubo luces de él en la cafetería y sólo lo volví a ver mientras estaba en la segunda prueba.

Más tarde, cuando caminaba junto a Benjamín hacia la parada de autobús, trató de sacarme algo de información acerca de mi relación actual con Lucas.

- Debe haber sido una gran pelea como para que se traten como lo están haciendo.

- No peleamos – técnicamente no había sido una pelea, pensé – y tampoco lo trato de alguna forma diferente.

- Exacto – dijo mi amigo – ese es el punto, ¡no se hablan! Y eso es extrañísimo tomando en cuenta que siempre estaban juntos.

- Está bien, nos distanciamos un poco pero – Benjamín me miró con cara de extrañeza – bueno, nos distanciamos bastante. Pero no es nada del otro mundo, muchas personas dejan de ser amigas y no es tan terrible que eso suceda.

- Claro, pero ustedes tenían que dejar de ser amigos sólo para ser novios. Trini, es algo que estaba a la vista.

- Sabes Benjamín, no es un tema que me agrade, preferiría dejarlo así.

- Quizás para ti sea así de fácil como dejar de hablarle, pero para él no es sencillo.

- ¿Y tú cómo sabes eso?

- ¡Porque es evidente! No es el mismo desde que no se hablan.

- Yo lo veo bastante bien, incluso feliz.

- Mmmm, sé que esto va a sonar más como si yo fuera una chica que un chico pero… – miró para ambos lados en busca de alguien que estuviera escuchando nuestra conversación – y te pediría que nunca comentes lo que te voy a decir porque, en serio, no quiero que piensen que me estoy volviendo femenino o algo parecido – tosió levemente y trató de usar una voz más profunda – Lucas no es el mismo, ¿le has visto los ojos?

- No, ¿qué quieres decir?

- Que su mirada está vacía – se ruborizó un poco al decirlo – Yo sé que los hombres nunca se fijan en cosas como esa pero… ¡qué va! Le tengo cariño. A los dos. Y me gustaba verlos juntos. Es lógico que me preocupe por su relación.

- No te avergüences por eso. Y te prometo que no diré nunca que le ves los ojos a Lucas – agregué con un tono risueño.

- Ríete si quieres, pero ese chico está vacío y los dos sabemos qué, o mejor dicho, quién le falta.

2 Comments:

  1. Anónimo said...
    amiga acabo de leerlo y esta ultra padre, enserio tienes un don
    sigue escribiendo asi
    espero que escribas el siguiente pronto

    att:karliux
    Mayi said...
    pensaba q ya no habia mas cap, xq en el link solo sale hasta el 19 pero k gran alegria al ver k habia uno mas!!!
    pobre Lucas, k se amisten ya!! jeje
    cuidate, bye

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